Las colecciones biológicas son el instrumento científico por excelencia para documentar la biodiversidad. Desde sus comienzos como gabinetes de curiosidades en el siglo XVIII, las colecciones han sido una fuente valiosa de información, que ha permitido aplicar metodologías y conceptos inexistentes en el momento de colectar los ejemplares1,2. En el contexto actual de pérdida de diversidad biológica y cambios globales, las colecciones biológicas adquieren mayor visibilidad, porque además de su aporte como inventarios de la biodiversidad, así como de registros de su distribución en el espacio y en el tiempo, son cruciales en el marco de programas de gestión y conservación3,4. Además de que permiten rastrear e identificar epidemias, plagas de cosechas y vectores de enfermedades, sirven como línea base para monitorear el estado de ecosistemas estratégicos y permiten proyectar escenarios futuros de cambios en la biodiversidad. También son un soporte decisivo a la hora de documentar especies5,6.
En Colombia, las 12 Colecciones del Instituto Humboldt preservan más de 500.000 objetos (entre ejemplares, tejidos y sonidos ambientales), resguardan más de 40 años de investigaciones (que incluyen tanto los registros del Inderena como los del propio Instituto, entre otros) y contribuyen significativamente al conocimiento de la biodiversidad del país. El mantenimiento y la consolidación de estos registros exigen numerosos procesos de curaduría, administración, manejo y publicación de información, todos los cuales dependen de un grupo humano y científico en constante actividad.
Las Colecciones del Instituto deben representar la biodiversidad del país y enfrentar el gran reto de inventariarla. Actividades como la colecta y preservación de ejemplares, apoyo a exposiciones, participación en eventos, soporte a visitas académicas, extensión de procesos curatoriales a otras instituciones, investigación y apoyo a la producción de conocimiento científico son todas parte de un legado que hoy el Instituto cumple, con más de 20 años haciendo extensivo el patrimonio natural del país a la sociedad.
A futuro, estas colecciones tienen el reto de articularse cada vez más con otras entidades. Para tal efecto, se espera posicionarlas como centros de excelencia de investigación en biodiversidad e implementar prácticas de transferencia de su modelo de gestión de información para fortalecer otras colecciones nacionales.