Los bosques proveen importantes servicios ecosistémicos que incluyen la producción de madera, semillas, raíces, frutos, productos de origen animal (huevos, cueros, carne de monte, etc.), y otros servicios vinculados al bienestar de los seres humanos. Colombia, país que cuenta con coberturas de bosques naturales en más del 50% de su territorio continental, con la diversidad biológica y cultural que esto implica, necesita desarrollar investigación que le permita construir un acervo de conocimientos suficientemente fértil como para garantizar la conservación y el manejo apropiado de sus bosques. Con esto en mente, se realizó un análisis de la literatura científica publicada a nivel global sobre bosques de Colombia desde 1917 hasta 2014. Esta revisión evidenció que la mayoría de documentos son investigaciones sobre composición de flora y fauna, mientras que los estudios a nivel de paisaje son escasos.
Las dos últimas décadas han registrado un aumento importante en la producción científica, hecho consistente con la implementación de políticas y programas locales, nacionales e internacionales de la conservación de la biodiversidad y de los bosques. Así mismo, la región andina ha sido la más estudiada en la mayoría de los aspectos, posiblemente debido a razones de accesibilidad, ubicación de los principales centros de investigación y mayor destinación de recursos.
No obstante, sorprende la escasez de información de ciertos grupos biológicos de alto interés, tales como los hongos, y la exigua cantidad de investigaciones a escala genética, a pesar de su importancia en el entendimiento ecológico de la bosques. Cabe destacar que solo el 25% de las publicaciones científicas revisadas aborda los motores de pérdida de la biodiversidad y que la mayoría trata principalmente el cambio en el uso del suelo. Adicionalmente, son muy pocos los estudios sobre especies invasoras, el impacto del conflicto armado, los efectos del aprovechamiento de especies y los incendios, incluso en regiones donde estos constituyen una amenaza permanente.
Se resaltan dos aspectos: por un lado, aunque exista una percepción generalizada de que solo se puede acceder a la información científica usando credenciales académicas, casi todos los documentos analizados son de acceso abierto y gratuito (63%). Por otro lado, una gran cantidad de estos documentos carece de recomendaciones claras, factibles y directas sobre uso y manejo. En tal medida, la idea de implementar una iniciativa científica de investigación para garantizar una adecuada gestión de los recursos forestales del país parece inviable en la práctica.
En suma, es necesario producir trabajos de integración y síntesis, que recojan el conocimiento científico depositado en artículos y libros, y lo integren e interpreten en escenarios de planificación y toma de decisiones reales. Es imperativo, así mismo, que el país avance en la construcción de una agenda científica que, tras identificar los vacíos de información, promueva nuevas investigaciones sobre los bosques, que se centren en el funcionamiento de la biodiversidad, su vulnerabilidad frente al cambio climático y su relación con el bienestar de la población humana en diferentes niveles.