Como una estrategia clave en el desarrollo local y regional, el patrimonio natural de Colombia ofrece ventajas comparativas para el posicionamiento del turismo de naturaleza en el país1. A nivel nacional, tanto los planes de desarrollo departamentales como las políticas públicas, han identificado el turismo de naturaleza como potencial generador de divisas y empleo, representando una industria fundamental para el desarrollo económico del país1 en un escenario de cambio como el posconflicto.
El turismo de naturaleza se deriva del beneficio de los servicios ecosistémicos culturales, sin embargo, cuando se sobrepasa la capacidad de carga de un área determinada dichos servicios pueden disminuir2, es así como el crecimiento continuo del sector depende directamente del mantenimiento de ecosistemas sanos y del balance entre la oferta y demanda de los servicios ecosistémicos3 en un territorio en particular. En este contexto, los servicios ecosistémicos son uno de los principales activos del desarrollo turístico del país, con beneficios anuales que oscilan entre 2,3 y 6,9 mil millones de pesos4 para el caso del sistema de parques nacionales.
En Colombia se debe afianzar la construcción de territorios que garanticen la conservación de la biodiversidad junto a la efectiva participación de las comunidades locales5; también priorizar el fortalecimiento de capacidades institucionales en torno al ordenamiento, planificación y monitoreo del balance de los servicios ecosistémicos. Para tal fin, se deben realizar las siguientes acciones: 1. Consolidar la investigación de mercados verdes y el diseño de productos ecoturísticos; 2. Desarrollar estándares de calidad a partir de la capacidad de carga de los destinos según el balance de los y el diseño de productos ecoturísticos; 2. Desarrollar estándares de calidad a partir de la capacidad de carga de los destinos según el balance de los servicios ecosistémicos; 3. Implementar acciones de restauración y conservación articuladas con la comunidad; 4. Promocionar y comercializar los servicios locales; 5. Fortalecer los procesos de educación, generación de información y conocimiento sobre la biodiversidad, entre otros.
Una estrategia de gestión sostenible de turismo de naturaleza implica la participación de las múltiples partes interesadas con el fin de buscar la maximización de beneficios sociales y económicos, igualmente, servir de medio para crear conciencia cultural, asegura las tradiciones y las formas de vida y finalmente, asegurar la protección del ambiente como principal garante del éxito a largo plazo del turismo1, como se plantea en diferentes estrategias como la que actualmente se desarrolla para posicionar a Colombia como destino internacional avituristico.