En Colombia algunas iniciativas de gestión integral de la biodiversidad y de servicios ecosistémicos se han desarrollado utilizando unidades de planificación basadas ya sea en aspectos biofísicos (p. ej. Cuencas) o políticos (p. ej. municipios), asumiendo que estas son unidades adecuadas para la gestión integrada del territorio1,2. Sin embargo, estas unidades de planificación han demostrado ser un factor limitante a la hora de describir las dinámicas territoriales de forma integral.
El Instituto Humboldt ha venido implementando una metodología para la gestión del territorio con base en la valoración integral de servicios ecosistémicos3, la cual parte de concebir el territorio como un sistema socioecológico en el que se identifican las relaciones e interdependencias entre ecosistemas y sociedades humanas2. Este enfoque socioecológico se convierte en una herramienta conceptual y metodológica para el análisis de las interrelaciones entre sistemas que, dada su versatilidad, puede ser implementada en diversas áreas y contextos, un aspecto clave y necesario a la hora de pensar la gestión del territorio de manera integrada y para prevenir conflictos ambientales.
Por ejemplo, en la cuenca del río Orotoy, ubicada en la región de la Orinoquia se han identificado tres sistemas socioecológicos particulares: 1. Un sistema en la parte alta, con funciones de alta montaña que concentran la mayor cantidad de bosques y es la principal zona de provisión de agua, habitado en parte por pequeños propietarios campesinos dedicados a la ganadería de pequeña escala, piscicultura, recreación y turismo vinculado al río; 2. El sistema en la zona media de la cuenca, en el que predominan la extracción petrolera, los agroecosistemas palmeros y ganaderos asociados a zonas bajas del piedemonte, con dinámicas de expansión urbana e industrial y donde las comunidades se asemejan a zonas urbanas con centros poblados y asentamientos de trabajadores asociados al sector de hidrocarburo; 3. Un sistema en la parte baja de la cuenca en donde prevalece un paisaje característico de los llanos orientales, dominado por la expansión de los agroecosistemas palmeros y ganaderos, en el que se concentra una población rural dedicada actividades tradicionales como la ganadería y el cultivo de arroz, aun cuando existe gran parte de población flotante y nueva asociada al auge de la palma de aceite.
Es evidente que la características de los sistemas socioecológicas dentro de la cuenca no son homogéneas; no obstante, no se debe desconocer la conexión ecológica que existe entre estos sistemas, especialmente, sus vínculos en la prestación de servicios ecosistémicos asociados a la regulación y calidad del agua o las semejanzas culturales que vinculan a los tres sistemas socioecológicos. Como resultado de estas conexiones, actualmente existe una creciente demanda de servicios ecosistémicos que ha confluido en conflictos ambientales entre actores locales y regionales asociados principalmente con actividades productivas y el uso de recurso hídrico5. Utilizar un enfoque de sistemas socio ecológicos puede permitir identificar acciones de resolución de conflictos, de mejoramiento de la capacidad adaptativa de cada sistema y a reducir el riesgo de degradación o colapso de los ecosistemas y sus servicios asociados7.
El enfoque socioecológico ofrece soluciones para abordar o prevenir conflictos ambientales dado que permite tener en cuenta un amplio conjunto de variables en el proceso de planificación y así tener mayor detalle del territorio.
