Futuros de Conservación ofrece una nueva perspectiva para repensar la conservación de la biodiversidad, fortaleciendo la capacidad de reflexión sobre adaptación al cambio climático y brindando herramientas que ayuden a identificar las mejores opciones para mantener la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos en áreas protegidas. Basado en el marco conceptual de valores-reglas-conocimiento1 y la transformación adaptativa2, el proceso contiene una serie de actividades estructuradas e interactivas que incluyen el análisis de beneficios2, síntesis climática, entrevistas de gestión del conocimiento y un taller sobre diálogos del futuro. Con esto se busca que los profesionales de la conservación se anticipen a la transformación de los ecosistemas y exploran los enfoques alternativos de manejo, no solo para proteger atributos ecológicos propios de las áreas naturales (p. ej. especies) sino para la conservación de los valores y beneficios generados por las áreas protegidas en un contexto de transformación y cambio climático. Partiendo de aspectos técnico-científicos, se hace énfasis en las opciones de manejo y toma de decisiones para gestionar los cambios ecológicos.
En Colombia, el ejercicio piloto se realizó con un enfoque de paisaje, en el piedemonte andino-amazónico y sus Parques Nacionales Naturales (PNN) Alto Fragua Indi Wasi y Serranía de Churumbelos, así como en la cuenca alta del río Otún, incluyendo el Santuario de Flora y Fauna Otún Quimbaya y el PNN Los Nevados. Paisajes que desde hace décadas se han constituido como territorios estratégicos y donde numerosos actores han venido realizando esfuerzos por generar procesos de conservación a escala de paisaje.
Con la participación de un grupo diverso de actores locales se identificaron los beneficios y valores asociados con servicios ecosistémicos que proveen las áreas protegidas utilizando la herramienta de evaluación de beneficios de áreas protegidas (PA-BAT)3. Este ejercicio sirvió para que los administradores de áreas protegidas comenzaran a pensar en cómo estos beneficios se verán afectados ante escenarios de cambio climático, la importancia actual y potencial de los beneficios y posibles cambios en el manejo que apoyen la adaptación transformativa y la gestión a largo plazo.
Partiendo de que el manejo de áreas naturales requiere comprender el contexto de toma de decisiones, incluyendo cómo se usa, gestiona y comparte el conocimiento, a partir de entrevistas a expertos de la gestión de áreas protegidas se observó que el uso efectivo de información climática en toma de decisiones es afectado por una serie de barreras culturales, conceptuales y tecnológicas. Por ello, la gestión del conocimiento provee insumos para mejorar los acuerdos de gobernanza y facilitar la coproducción de conocimiento para la toma de decisiones4,5.
Comprender y aceptar los impactos a la biodiversidad y los procesos ecológicos a causa de la variabilidad climática y el cambio climático es un primer paso para pensar en la conservación en un contexto futuro. Así, surgen algunas preguntas, entre ellas ¿qué implica este panorama de transformación ecológica para la gestión de las áreas protegidas? Si los ecosistemas y procesos ecológicos que se quiere conservar sufrirán cambios, ¿se podrá seguir conservando de igual manera, o se deben ajustar las estrategias de gestión? Teniendo en cuenta estos interrogantes, Futuros de Conservación invita a retomar la ecología funcional como una herramienta para mantener la funcionalidad de los ecosistemas a pesar del cambio.
La última etapa del proceso reúne todo en un taller de ‘Diálogos del Futuro’ para explorar las barreras y oportunidades que impiden o facilitan incluir el cambio climático en la planificación, definir los pasos a seguir para enfrentar los desafíos, aprender de los procesos actuales y pasados y tomar decisiones efectivas a pesar de la incertidumbre sobre la magnitud del cambio. El proceso ayuda a las personas a comprender que las implicaciones del cambio climático son una cuestión de gobernanza y gestión, no solo de ciencia, y a integrar la comprensión de la transformación ecológica en la gestión de manera proactiva.
Aplicando la herramienta PA-BAT se identificaron las percepciones de diferentes actores sobre los beneficios de las áreas protegidas. PA-BAT no es una herramienta de monitoreo pero sus resultados pueden ayudar a mejorar los planes de manejo, al identificar los tipos de beneficios, quiénes se benefician, cómo los beneficios se vinculan a las estrategias de manejo y monitoreo del área protegida, sinergias y alianzas con los actores que se benefician del área protegida y actividades que apoyen ingresos financieros amigables para la conservación.
Las áreas protegidas son claves para ayudar a las comunidades y a la naturaleza a adaptarse a un clima cambiante. Construyen resiliencia al cambio climático a nivel mundial, mitigan los impactos de los eventos climáticos extremos, proveen servicios ecosistémicos y protegen la biodiversidad.