Los impactos de la infraestructura vial en la fauna silvestre incluyen la pérdida, degradación y fragmentación del hábitat, también modificaciones en la estructura poblacional de las especies, su dinámica de forrajeo, intercambio genético y disminución de diversidad1,2,3. Sumado al impacto que tiene la construcción de estas infraestructuras, su uso genera perturbaciones relacionadas con la intensidad del tráfico entre ellas el ruido, la contaminación atmosférica y lumínica, el aumento de los niveles de contaminantes en el suelo, las vibraciones y el aumento de la ocupación humana3. La mortalidad por colisión vial constituye un problema de gran importancia a escala global, llegando a considerarse uno de los mayores factores de pérdida y disminución de la biodiversidad3. Se evidencia un creciente interés en el tema en los últimos años, especialmente en países como Brasil, Costa Rica y México debido a las preocupantes cifras de atropellamientos que han reportado4. En Brasil han llegado a estimar una cifra cercana a 475 millones de animales atropellados anualmente, presentando para el estado de Mato Grosso do Sul 1006 atropellamientos en el último año4,5. Sin embargo, en países como Colombia aún es incipiente el entendimiento sobre cuáles son las poblaciones animales más afectadas, qué variables intervienen en el atropellamiento y cómo se pueden implementar medidas de prevención y mitigación eficaces.
Algunas vías del país cuentan con diferentes intervenciones para mitigar y prevenir el atropellamiento. Por ejemplo, los departamentos de Antioquia, Cundinamarca y Cesar cuentan con medidas de prevención como vallas informativas y reductores de velocidad, así como pasos de fauna elevados y obras hidráulicas con modificaciones para el cruce de fauna6,7,8. No obstante, es necesario que previamente al diseño e implementación de estas medidas sean realizados estudios en la zona a intervenir con el fin de conocer las especies que podrían verse afectadas (ecología, biología y etología), las variables técnicas de la vía (ancho, número de carriles, velocidad máxima, curvatura, paisaje circundante, entre otras), las coordenadas geográficas de cada incidente (latitud, longitud y altitud), distancia a pasos seguros y la efectividad de las medidas de mitigación diseñadas9. Todos estos factores son fundamentales y deben ser evaluados antes de diseñar e implementar medidas de prevención y mitigación. Al determinar las zonas críticas de atropellamiento y realizar análisis de conectividad del paisaje, se tendrán las herramientas necesarias para establecer medidas apropiadas y funcionales para la conservación de las especies10,11,12,13. Este último aspecto de la conectividad ecosistémica es fundamental porque garantiza la movilidad de especies con amplios rangos de distribución o especies propias de las áreas en la que se realizan las vías.
Llevar a cabo los estudios mencionados permitirá establecer cálculos de densidades de atropellamiento, composición de las especies más afectadas, entre otras variables determinantes para la generación de modelos para diseñar vías más amigables con la fauna y orientar medidas de mitigación para reducir el atropellamiento de animales silvestres.