En el marco de las discusiones internacionales sobre cambio climático y conservación de la naturaleza, se ha hecho cada vez más evidente la necesidad de convocar a todos los actores —sean estos públicos, privados o comunitarios—, a participar en la implementación de actividades de protección, restauración y uso sostenible de los ecosistemas naturales, y de reconocer y contabilizar los esfuerzos que vienen adelantando en sus territorios. Fue así como en el año 2010 los países miembros del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) acordaron un nuevo marco que agrupa a las áreas de conservación de la naturaleza diferentes a las tradicionales áreas protegidas, a las que denominaron otras medidas efectivas de conservación basadas en áreas.
Aunque el término OMEC se menciona por primera vez en la Meta 11 de Aichi del Plan Estratégico de Diversidad Biológica 2010-2020 del CDB, es a través de la Decisión 14/8 de 20181 donde se adopta oficialmente una definición de OMEC y se establecen criterios para su identificación y reporte. A diferencia de las áreas protegidas que tienen un objetivo primario de conservación, una OMEC puede tener una motivación y un manejo que no necesariamente tiene un vínculo directo con la conservación de la naturaleza; lo importante es que muestre aportes y resultados positivos de conservación de la biodiversidad.
Con la idea de poner en marcha esta decisión a nivel nacional, y dado que Colombia es miembro del CDB desde 1994, el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del Fondo del Medio Ambiente Mundial (GEF), implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), aprobó en 2019 la implementación del proyecto Adaptación de los criterios sobre OMEC al contexto colombiano. El equipo técnico conformado por Resnatur, el Instituto Humboldt, la Fundación Natura y el Proyecto Regional Áreas Protegidas Locales —Cooperación Alemana para el Desarrollo, Gobiernos Locales por la Sostenibilidad y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza—, trabajó articuladamente con MinAmbiente y avanzó en la definición de una ruta para la identificación, el fortalecimiento y el reporte de las OMEC en el país2. Gracias a este trabajo, Colombia es referente internacional y el primer país en la región de Latinoamérica y el Caribe en definir un procedimiento para nominar y reportar OMEC, de manera unificada, a la base de datos mundial (protectedplanet.net/country/COL).
La identificación y el reporte de las OMEC son una oportunidad para visibilizar, fortalecer y legitimar los esfuerzos de conservación que son liderados por diferentes actores en áreas que no hacen parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP). En este contexto, contribuyen con el aumento de la representatividad, la conectividad socioecológica y la persistencia de la biodiversidad, dado que articulan las áreas de conservación in situ al SINAP. A través del empoderamiento de estos aliados de la conservación, se diversifican las formas de gobernanza y sus aportes en la configuración de paisajes resilientes a los cambios ambientales globales. Adicionalmente, su reporte contribuye no solo al cumplimiento de compromisos internacionales, como el de la COP 26 sobre cambio climático y a la Meta 3 (denominada 30x30) del CDB, la cual será discutida en la próxima COP, sino que resalta el aporte de estas áreas a los objetivos de conservación que el país persigue .
Desde 2014, en el corregimiento de San Isidro Labrador (Carmen de Bolívar), la Asociación de Mujeres Unidas de San Isidro (AMUSI) se organizó para producir, de forma sostenible, el ñame, reivindicando así el derecho de la mujer al trabajo, bajo un contexto de violencia y desplazamiento. Con el tiempo vieron la necesidad de cuidar el agua, por lo cual deciden, junto con los propietarios de seis (6) predios, proteger 16 hectáreas de bosque seco tropical y sus fuentes hídricas.
Los criterios OMEC mostraron la necesidad de seguir fortaleciendo las prácticas agroforestales y de manejo del agua y la gobernanza para una gestión más sostenible, participativa e incluyente.
A partir de iniciativas de la sociedad civil apoyadas por el municipio de Belén de los Andaquíes (Caquetá), se establece el Parque Municipal Natural Andakí con 26.812 ha con el objetivo de garantizar los servicios ecosistémicos estratégicos y al mantenimiento de los sitios de importancia histórica y cultural. En el 2009, a partir del Acuerdo Municipal No. 4, se formaliza la gobernanza compartida del área entre la municipalidad y la Fundación Tierra Viva.
La validación de los criterios Omec evidenció la necesidad de fortalecer la gobernanza, actualizar el plan de manejo e implementar mecanismos de monitoreo.
Desde el 2013, en el Pacífico Norte se estableció la Zona Exclusiva de Pesca Artesanal (Zepa) por medio de la Resolución 899 emitida por la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, con el apoyo de las alcaldías de Bahía Solano y Juradó, el Consejo Comunitario General de la Costa Pacífica Norte Los Delfines, el Grupo Interinstitucional y Comunitario de Pesca Artesanal de la Costa Chocoana y Fedepesca.
Desde ese año, la Zepa busca proteger 120 km de costa y 2,5 km mar adentro —cerca de 800 Km2— mediante una iniciativa de gobernanza compartida entre las autoridades y las comunidades locales. Las acciones se enfocan en el manejo del recurso pesquero, para enfrentar el conflicto entre los pescadores industriales y los artesanales, y así buscar la sostenibilidad del recurso pesquero y la autonomía alimentaria de las comunidades.
Los dos principales objetivos de la Zepa son promover la recuperación de las pesquerías a lo largo de la costa, y mejorar la calidad de vida de los pescadores y sus familias.
Los criterios Omec mostraron claramente que, para la sostenibilidad y conservación del territorio, se requiere establecer límites claros del área total para la visualización de su manejo, el desarrollo de monitoreo pesquero continuo, la realización de procesos de sensibilización de la estrategia a la comunidad, el fortalecimiento de los procesos de control y vigilancia del recurso pesquero para garantizar el proceso de conservación. Este proceso se encuentra en etapa de fortalecimiento para viabilizar su reporte en un futuro próximo a la base de datos internacional.
Los primeros tres casos reportados a la base de datos internacional