A partir de una revisión y análisis de las determinantes de cambio, uso y transformación de la biodiversidad en el país, y tomando en consideración los resultados de acuerdos globales y organismos multilaterales como el Convenio de Diversidad Biológica (CDB) y la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (Ipbes), el Instituto Humboldt plantó en el año 2018 una apuesta llamada Transiciones Socioecológicas hacia la Sostenibilidad (TSS). Esta es una propuesta innovadora para potenciar procesos de gestión de la biodiversidad y sus contribuciones, que sean apropiados y agenciados por actores sociales, con el fin de modificar las trayectorias de cambio indeseado en los sistemas socioecológicos y conducir acciones concertadas hacia un estado que maximice el bienestar de la población y la seguridad ambiental del territorio1.
Para implementar las TSS es necesario fortalecer tres marcos habilitantes. El primero de ellos es la gestión del conocimiento, que permite generar procesos de aprendizaje y dinámicas de gestión acordadas entre los diferentes actores, a partir de la producción, formalización, integración y cocreación. El segundo es el diálogo social sobre futuros posibles que incluyan una visión de país a partir de acuerdos sociales, institucionales y territoriales validados mediante diálogo y práctica social. El tercero son los acuerdos sociales para la implementación, que permiten una armonización entre gobernabilidad y gobernanza a partir de una conciliación de intereses, derechos y responsabilidades.
Las TSS deben estar acompañadas de soluciones basadas en la naturaleza, asociadas con la idea de transitar hacia estados de conservación y perdurabilidad del patrimonio biocultural del país, modificando, las trayectorias de cambios indeseados o inevitables, comprendiendo las complejidades y aprendiendo a vivir con las incertidumbres para integrarlas a la gestión. En este orden de ideas, las soluciones basadas en la naturaleza2 se presentan como una propuesta de estrategias integrales que permiten asegurar el bienestar humano, mientras se gestionan los principales desafíos como el cambio climático, la reducción del riesgo de desastres, la seguridad alimentaria, la seguridad hídrica o el desarrollo socioeconómico.
La implementación de soluciones basadas en la naturaleza permitirá favorecer las TSS y garantizar una perdurabilidad en el tiempo de las contribuciones de la naturaleza para la gente. A partir de una investigación liderada entre el Instituto Humboldt, la UICN y la Universidad Externado se permitió estrablecer un portafolio de SBN3 para ser diseñadas en el territorio naciona y propiciar las TSS. Dicho esto, se identificaron 12 potenciales SBN y se relacionaron con los beneficios en términos de servicios ecosistémicos que pueden llegar a tener si se implementan en el territorio colombiano.
Es necesario resaltar que la naturaleza es un medio para transitar hacia la sostenibilidad y permitir la conexión vital entre los elementos y dinámicas que hacen parte de los sistemas socioecológicos, fortaleciendo pensamientos sistémicos y transdisciplinarios a partir de una gestión integral del conocimiento. Esto permitirá descubrir respuestas simples a desafíos complejos en un país biodiverso, pluriétnico y multicultural como Colombia.
Las TSS deben integrarse a las diferentes agendas de desarrollo nacional como acuerdos de paz, conservación de la biodiversidad, acción climática, reducción del riesgo de desastres, cumplimiento de ODS, entre otros.
Las TSS deben acompañar las dinámicas que se generen a partir del proceso de paz en el territorio nacional, tomando en cuenta diálogos y acuerdos con las comunidades.
Las SBN son una medida efectiva para fortalecer procesos de gobernanza adaptativa y permitir el diseño emergente de emprendimientos o negocios sostenibles en los territorios.
Algunas recomendaciones son: