Las invasiones biológicas se generan cuando organismos que se encuentran fuera de su área natural de distribución, logran reproducirse sin la asistencia del hombre. Estos organismos se establecen, proliferan, se dispersan e interactúan con especies y ecosistemas nativos y pueden generar impactos negativos en la estructura y función de éstos últimos, además de provocar posibles efectos sobre la economía y la salud pública.
Las invasiones generalmente se asocian a actividades humanas intencionales, resultado del transporte de mercancía y personas, entre otras1,2,3. Con la globalización se ha facilitado la posibilidad de trasladarse cubriendo mayores distancias en menor tiempo, lo cual ha llevado consigo el movimiento deliberado o accidental de las especies4,5.
Desde la época de la conquista se han introducido especies exóticas en Colombia de forma intencional, desconociendo en buena medida el potencial uso sustentable de las especies nativas. Para estas introducciones no se han desarrollado análisis de riesgo que evalúen la capacidad de establecimiento, impacto, control y la relación costo-beneficio a largo plazo de las especies.
La evaluación del riesgo de invasión de los organismos, constituye una herramienta eficiente, objetiva y con fundamentos científicos, que permite tomar decisiones informadas. A partir de los resultados de estas evaluaciones, se identifican y priorizan las especies exóticas/trasplantadas que potencialmente son de alto riesgo de invasión (aún no catalogadas oficialmente como invasoras). De manera complementaria se analizan las actividades (rutas) y medios (vectores) para definir estrategias de prevención de la introducción y dispersión activa o pasiva de las especies exóticas.