Conocer el estado de conservación de las especies es el primer paso para que Colombia cumpla con los compromisos internacionales de conservar y usar de una manera sostenible la diversidad biológica de acuerdo a lo establecido en el Convenio de Diversidad Biológica (CDB). La evaluación del estado de conservación se realiza siguiendo los protocolos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los cuales permiten analizar el riesgo de extinción de las especies y publicar listas rojas1. A partir de estas evaluaciones, la Estrategia Nacional para la Conservación de Plantas (ENCP) busca fomentar acciones que promuevan el conocimiento, la conservación y el uso sostenible de la flora2, resaltando el papel fundamental que las plantas tienen en los ecosistemas, sus usos presentes o potenciales, además de su valor intrínseco.
Colombia cuenta con más de 26 000 especies de plantas3 y clasificarlas según su estado de conservación requiere de un esfuerzo significativo. Por tal razón desde el 2002 los esfuerzos se han enfocado en grupos estratégicos como las magnolias4, orquídeas5, frailejones6, palmas6, zamias6 y bromelias7. La evaluación del estado de conservación de cada uno de estos grupos se realizó mediante la publicación de la serie Libros Rojos de Colombia. Desde la implementación de la ENCP, se han evaluado un total de 1870 especies de plantas2, lo cual indica que faltan más de 24 000 por evaluar. Ante este panorama, la estrategia se ha dirigido hacia la evaluación de las plantas de ecosistemas estratégicos siguiendo el ejemplo de países como Sudáfrica, donde se han evaluado las 20 456 plantas nativas presentes en ese país8. En esta línea, se ha hecho la evaluación de las plantas del bosque seco tropical en Colombia9. Así mismo, con el proyecto “Lista roja de especies endémicas de plantas vasculares de los páramos y la alta montaña de Colombia”, actualmente se ha evaluado el estado de conservación de cerca de 225 (32 %) especies de las plantas vasculares endémicas de los páramos en Colombia (incluyendo los frailejones). Esta evaluación es esencial pues los páramos son ecosistemas prioritarios para la conservación por sus altísimos niveles de endemismo y oferta de servicios ecosistémicos fundamentales, como la provisión y regulación del agua10-13.
Se estima que en los páramos de Colombia hay más de 3400 especies de plantas vasculares, el 21 % (733) de estas son endémicas10-12. Se distribuyen en 36 complejos de páramos en las 3 cordilleras y algunas plantas se han reportado unicamente en una localidad14 conocida. Adicionalmente, el 15 % de las áreas donde se distribuye este ecosistema ha sido transformadas para el establecimiento de potreros, cultivos, y extracción minera15, conllevando a una pérdida de su biodiversidad16. El vacío de información denota la urgencia de elaborar una lista actualizada, así como de evaluar el riesgo de extinción de las especies exclusivas de estos ecosistemas.
En el marco del proyecto se ha venido elaborando una lista donde se incluyen 702 especies de plantas vasculares endémicas de los páramos y de la alta montaña colombiana con prioridad de conservación. Este proyecto ha facilitado revisión la revisión de registros ya existente sobre las especies con la participación de expertos botánicos del país. Hasta el momento se han identificado 293 especies con prioridad de conservación por cumplir con criterios de priorización tales como ser elementos endémicos de la flora de páramo, encontrarse en una sola localidad o departamento, tener pocos especímenes en colecciones de herbario, hacer parte de una familia o género botánico con menos de cuatro especies o presentar alguna categoría de amenaza según los criterios establecidos por la UICN.
Elaborar una lista de las especies endémicas de plantas de este ecosistema no implica necesariamente tomar medidas de conservación exclusivas sobre el territorio o incluir alguna de estas especies en una categoría de amenaza. Sin embargo, sí supone una vulnerabilidad implícita de estas especies que son únicas y relevantes para la conservación. Esta información consolidada permitirá evaluar y establecer la categoría de amenaza para las especies endémicas de páramo con prioridad de conservación y el fortalecimiento de las estrategias para su conservación y manejo, aportando a una mejor gestión territorial de los ecosistemas paramunos.
Distribución: Se encuentra en la cordillera Central, desde Cauca hasta Caldas, a una elevación entre 2500 y 3900 m s. n. m.
La información que brindan los especímenes depositados en colecciones biológicas es esencial no solo para la construcción del conocimiento en relación al tema, sino también porque puede ser útil para el manejo de las especies. En este caso, en la revisión en 28 herbarios se han podido identificar más de 3950 especímenes donde están representadas 340 especies de plantas vasculares endémicas de los páramos y de la alta montaña colombiana. La mayoría de especies se han registrado en Boyacá (26 %) y Cundinamarca (22 %) y el mayor número de especímenes de herbario proviene de estos dos departamentos con el 18,6 % y el 24,3 % respectivamente. En contraste, se han registrado pocos especímenes (3,3 %) y especies (7,1 %) para los páramos de la Sierra Nevada de Santa Marta, reconocida por su alto nivel de endemismo17.