La biodiversidad se puede medir a través de diferentes componentes cuyo análisis integrado permite una gestión más efectiva de los territorios1,2,3,4. La diversidad de especies, la diversidad filogenética, la diversidad funcional y la escala espacial a la cual se expresan permiten entender las respuestas de las especies y comunidades biológicas frente a motores de cambio en los ecosistemas. La diversidad funcional y filogenetica, por ejemplo, han demostrado ser más susceptibles a cambios socioambientales que la diversidad de especies5,6.
El componente taxonómico permite evaluar la composición de especies y la estructura de las comunidades en los ecosistemas; el componente genético cuantifica la diversidad de variantes de genes, los cuales definen las características físicas de los individuos de una especie y su capacidad de respuesta ante condiciones externas, como el cambio climático; mientras que el componente funcional; permite entender la capacidad de respuesta de las especies a la variación ambiental y su efecto sobre los procesos ecosistemicos a través del estudio de los rasgos funcionales. Al estudiar cualquier de estos componentes es fundamental identificar la escala espacial a la cual se manifiestan los procesos ecológicos que influencian los patrones de diversidad; esto ayuda a definir la escala apropiada de estudio y determinar el alcance de un análisis integral de la biodiversidad que puede darse en paisajes con dinámicas diferentes y complejas.
Una gestión integral de la diversidad debería considerar cuatro ejes fundamentales: 1. Conocimiento básico, 2. Protección, 3. Uso sostenible y 4. Recuperación, los cuáles deben desarrollarse de una manera coordinada. Los diferentes componentes de la biodiversidad aportan información para cada uno de estos ejes, y su valoración a través del tiempo y el espacio ayuda a abordar los retos actuales de gestión y manejo del territorio.
En un país megadiverso como Colombia, cuyos motores de desarrollo han transformado extensamente los ecosistemas, es urgente tener argumentos basados en la mayor cantidad de conocimiento científico posible que apoyen las decisiones de manejo del territorio.