La deforestación generalmente es medida como el número de hectáreas o el porcentaje de bosque que se pierde en un territorio. Sin embargo, poco se han explorado las comunidades vegetales a partir de listados de especies de plantas que se perdieron por este fenómeno. El uso de listados puede brindar la oportunidad de examinar especies con alto potencial en la planeación para la conservación y restauración.
Se ha propuesto que en la zona tropical de América habitan alrededor de 90 000 a 110 000 especies de plantas con semillas (casi el 37 % de la diversidad global1) y que el recambio de especies entre comunidades de plantas y sus atributos morfológicos entre sitios vecinos es alto. Además, cada grupo de plantas se ha adaptado a condiciones biológicas, biofísicas y de estrés, modificando su entorno para poder sobrevivir y con ello permitir la sobrevivencia de otras especies relacionadas. La deforestación puede terminar estas historias de adaptación biológica diferenciadas geográficamente y amenaza con desaparecer la compleja red de relaciones y conexiones vitales que se crean con la presencia de vegetación.
Para identificar las especies de plantas con flor impactadas por la deforestación en Colombia, se modelaron las distribuciones de 594 de ellas en los núcleos de deforestación. El análisis reveló que las especies seleccionadas han perdido valores mayores o iguales al 14 % de su distribución conocida a causa de este fenómeno. Algunas especies endémicas no han sido recolectadas desde que fueron descritas por falta de estudios taxonómicos y/o la destrucción del hábitat debido a la deforestación2, lo cual significa que las 594 especies son la punta visible de las comunidades vegetales que se han perdido en los núcleos de deforestación.
Tradicionalmente se olvida que la deforestación destruye entidades biológicas y sus asociaciones, pero cuando se les pone nombre a las especies que se pierden, se dispone de una importante herramienta que puede ser usada en procesos de gestión de bosques y zonas degradadas. El listado de 594 especies que se provee en esta investigación puede ser un insumo para priorizar especies o definir comunidades vegetales y que estas se conviertan en el objetivo de programas de recuperación de espacios degradados en los núcleos.
La deforestación puede poner en riesgo el capital natural y, como resultado, la salud pública y la sostenibilidad de los sistemas socioecológicos. En este momento, cuando las discusiones nacionales se centran en la conservación de la biodiversidad y el cumplimiento de metas nacionales e internacionales, se requiere pensar en un enfoque funcional y sistémico que permita identificar actividades eficientes y eficaces para mantener la resiliencia de las comunidades vegetales y promover sistemas de manejo sostenible de recursos naturales en la relación naturaleza-cambio climático-sociedad-cultura.