Ficha: 407 | 2018

Conservación de la biodiversidad desde las acciones y decisiones comunitarias

Programa Pequeñas Donaciones (PPD)

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El PPD trabaja con diversas comunidades en Colombia para apoyar la construcción de una gobernanza local efectiva, que se refleja en iniciativas de desarrollo local basadas en la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, y en la apropiación y permanencia de estas comunidades en sus territorios.

Las decisiones cotidianas de los pobladores locales sobre el uso y manejo de los recursos naturales definen en buena medida el estado de conservación de la biodiversidad en nuestro país. Ejemplo de esto son el establecimiento de vedas de extracción de piangüa por parte de las mujeres del río Naya, que establecen alternativas de generación de ingresos; también la decisión de los campesinos de la serranía del Pinche de frenar la ampliación de cultivos ilícitos y la frontera agrícola, mediante estrategias de autocontrol comunitario y acuerdos de conservación; y las comunidades campesinas e indígenas en Nariño, que a través de sus Juntas de Acueducto y asociaciones deciden restaurar áreas y establecer conectividades con el bosque para garantizar la oferta de agua, así como fomentar la agrobiodiversidad. Estos son solo algunos casos que muestran cómo es en la realidad concreta de los territorios y de sus habitantes donde se determina el futuro de algunas de las áreas más biodiversas del mundo.

En Colombia, el 34 % de la superficie terrestre son territorios colectivos de comunidades indígenas y negras que conservan cerca del 50 % de los bosques naturales. Otro porcentaje de bosques naturales son manejadas por comunidades campesinas. Las comunidades locales poseen un extenso y valioso conocimiento tradicional sobre la diversidad de sus territorios, y han desarrollado prácticas de uso y producción sostenible que mantienen la oferta de los bienes y servicios de los cuales dependen. Sin embargo, en estas áreas se presentan conflictos y procesos de transformación sociales y ambientales asociados a modelos productivos extractivos y de alto impacto como la minería, sobreexplotación, pesquerías, turismo desordenado, deforestación, entre otros, así como muy poca y débil presencia estatal, que no solo afectan la biodiversidad sino que generan condiciones sociales y económicas desfavorables que ponen en riesgo a las poblaciones. Aunque muchas de estas situaciones se originan en factores y actores externos, también dependen de decisiones locales de uso y manejo, además de la capacidad de los pobladores y sus organizaciones para ordenar el territorio, organizarse para transformar estas amenazas y desarrollar alternativas viables de producción y conservación.

El PPD fue establecido por el Fondo del Medio Ambiente Mundial (GEF, sigla en inglés) en 1992 y es implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En la actualidad se desarrolla en 125 países con miles de proyectos que han logrado demostrar que las acciones que llevan a cabo las comunidades pueden mantener el balance entre el cubrimiento de las necesidades humanas y las ambientales, y que las acciones locales tienen un impacto global.

En Colombia este programa inició su implementación en 2015, y a 2018 se han apoyado 168 proyectos formulados y ejecutados directamente por las organizaciones sociales y grupos de base comunitaria. Estos proyectos han aportado al 1. fortalecimiento de capacidades técnicas y organizativas, 2. desarrollo de propuestas y modelos de conservación y desarrollo sostenible a nivel local, 3. implementación de alternativas de producción sostenible y 4. Fortalecimiento de redes de organizaciones y establecimiento de alianzas institucionales. En el país el PPD es una gran oportunidad de gestión territorial comprometido con el proceso de construcción de paz, generando escenarios locales donde el uso y manejo sostenible de los recursos naturales propicien alternativas de vida sostenible y procesos de arraigo territorial.

PPD en cifras


Del PPD a 123 organizaciones
USD 3,27
USD 1,25
De socios estratégicos a 45 organizaciones

168

organizaciones apoyadas técnica y financieramente

138

organizaciones legalmente constituidas y 30 no formalizadas




Fortalecimiento de capacidad local y gobernanza

Las comunidades son responsables del diseño y ejecución de los proyectos lo que genera el empoderamiento local y fortalecimiento de capacidades técnicas, administrativas y de gestión, la transformación de prácticas de uso y manejo, la valoración del saber local y la apropiación del territorio. Esto ha posibilitado mejores resultados de conservación, más viables y con mayor posibilidad de continuar en el largo plazo.

El fortalecimiento de procesos de grupos de base comunitaria y el establecimiento de acuerdos y vínculos con sus organizaciones sociales y étnico-territoriales fortalecen los procesos de gobierno propio y manejo de territorios colectivos.



Procesos de ordenamiento en la escala local con apropiación

La definición participativa y consensuada de áreas comunitarias de conservación y otros instrumentos de planificación y ordenamiento del territorio, como planes de manejo, reglamentos internos y acuerdos de conservación son fundamentales para la gobernanza, el manejo efectivo y el logro de resultados sostenibles de conservación.

Si estos instrumentos son acordados de manera participativa por parte de las organizaciones son, por un lado, realistas en cuanto concilian los intereses de conservación con las necesidades de uso de los recursos y por el otro lado, tienen apropiación comunitaria y por tanto mayor posibilidad de cumplimiento y autocontrol.

Estos procesos de ordenamiento incluyen restauración, protección y zonificación de cuencas y microcuencas, manglares de la costa Pacífica, bosques secos del Valle del Cauca y del Caribe, bosques andinos y la selva del pacífico y de la Amazonia.



Producción sostenible

Enfocados en consolidar la seguridad alimentaria y mejoramiento de los ingresos económicos, las iniciativas de producción sostenible han impulsado el rescate de la agrobiodiversidad, las variedades nativas y el conocimiento tradicional y local relacionado. Esto ha permitido un real diálogo de saberes entre las organizaciones con los asesores técnicos externos.

Se ha avanzado en procesos de producción empresariales, que arrojan encadenamientos y acuerdos comerciales, y muestran el camino sobre cómo apoyar y fortalecer negocios que aprovechando la gran riqueza ambiental del Chocó, sean competitivos y generen beneficios comunitarios y locales.

Por otra parte, se ha impulsado el turismo comunitario como una forma de uso de la biodiversidad basada en el conocimiento y reconocimiento del territorio y sus riquezas. Se han identificado y adoptado buenas prácticas que potencian la conservación de los territorios al mismo tiempo que impulsan la sostenibilidad empresarial.

Más información

Versión PDF Referencias Cítese como
Barona, A.B. y M.E. Chaves. (2018).Conservación de la biodiversidad desde las acciones y decisiones comunitarias: programa Pequeñas Donaciones del GEF. En Moreno, L. A, Andrade, G. I. y Goméz, M.F. (Eds.). 2019. Biodiversidad 2018. Estado y tendencias de la biodiversidad continental de Colombia. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Bogotá, D. C., Colombia.
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