La Orinoquia es considerada una de las regiones más diversas del Neotrópico1,2,3, como lo evidencian las numerosas comunidades vegetales (bosques ribereños inundables, no inundables, palmares, morichales, chaparrales y sabanas) y especies de plantas que habitan su extenso y húmedo piedemonte (aprox. 560 km de largo, con precipitaciones medias anuales superiores a 1800 mm). Se estima que la diversidad florística de esta región asciende a 45531-46014,5 especies en el territorio colombiano y a 39166 en Venezuela.
Entre estas comunidades, se destacan los bosques ribereños o de galería, ubicados en terrazas o llanuras de inundación7, y los bosques de tierra firme, que se encuentran alejados de los ríos en paisajes colinares no inundables6. Estos dos tipos de bosque coexisten en algunas áreas del piedemonte de la Orinoquia, donde alcanzan alturas de 34 m (8,34 m en promedio) y densidades de 1870-3130 individuos por hectárea, tienen variables estructurales similares (p. ej., cantidad de árboles de diámetros pequeños 2,5-10 cm y grandes 20-30 cmy 40-50 cm) e incluso comparten especies (Annona edulis, Protium calanense, Schefflera morototoni, Siparuna guianensis). Sin embargo, se ha observado que las inundaciones características de esta región del país afectan tanto su riqueza como diversidad florística.
Por ejemplo, los bosques de tierra firme presentan una riqueza significativamente mayor debido a que los bosques ribereños enfrentan condiciones limitantes, tales como la anoxia, en los ambientesinundados8,9, lo que genera un filtro ambiental en la que solo unos pocos taxones se pueden adaptar. Lo anterior sugiere que los atributos biogeográficos únicos de la región, entre ellos, su régimen de inundaciones, tienen efectos sobre la composición de los bosques.
De acuerdo con el índice de importancia ecológica (IVI), el piedemonte de Casanare y Arauca se caracteriza por la abundancia, frecuencia y dominancia de las especies Siparuna guianensis, Protium calanense, Tapirira guianensis, Socratea exorrhiza, Terminalia amazonia y Oenocarpus minor en los bosques de tierra firme y Trichilia pleeana, Trichilia pallida, Ardisia foetida, Socratea exorrhiza, Oenocarpus minor y Croton sp. en los bosques ribereños. Debido a su alto nivel de fragmentación y la incidencia de presiones antrópicas —como la ganadería— y naturales —como el fuego—, estas especies actúan como principales elementos florísticos para el mantenimiento de los bosques.
Entender la composición y la estructura de los bosques del piedemonte de la Orinoquia es fundamental para la conservación de la biodiversidad y la protección de los hábitats de especies raras10 (con rangos de distribución y poblaciones pequeñas). Estos elementos determinan la abundancia y actividad de especies de murciélagos y aves11,12, las cuales juegan un papel importante en el mantenimiento de los ecosistemas tropicales a través de la dispersión de semillas, la polinización y la regulación de poblaciones de invertebrados13.
Son bosques de hasta 33 m de altura, con una mayor proporción de árboles entre 5 a 10 m y diámetros entre 2,6 a 10 cm, con pocos individuos que superan los 50 cm de diámetro. Las especies ecológicamente más importantes (IVI) son las palmas Attalea butyracea, Socratea exorrhiza y Oenocarpus minor.
Son bosques de hasta 22 m de altura, con una mayor proporción de árboles entre 5 a 10 m y diámetros entre 2,5 a 10 cm. Las especies ecológicamente más importantes (IVI) son Ardisia foetida, Ficus insipida y Garcinia madruno.
Son bosques de hasta 33 m de altura, con una mayor proporción de árboles menores a 10 m y diámetros entre 2,5 a 20 cm, con pocos individuos que superan los 50 cm de diámetro. Las especies ecológicamente más importantes (IVI) son las palmas Socratea exorrhiza y Oenocarpus minor, seguidas del árbol Alchornea glandulosa.
Son bosques de hasta 22 m de altura, con una mayor proporción de árboles entre 5 a 10 m y diámetros entre 2,5 a 10 cm, con una abrupta disminución en la abundancia de individuos con diámetros mayores a 10 cm. Las especies ecológicamente más importantes (IVI) son Clusia columnaris, Siparuna guianensis y Protium calanense.