El oso andino (Tremarctos ornatus) es una especie endémica de los Andes tropicales, asociada a las zonas de bosques andinos, bosques de niebla y páramos y juega un papel importante en la dispersión de semillas y en procesos sucesionales de la vegetación. Actualmente, la especie está en categoría de amenaza Vulnerable por la pérdida y fragmentación de su hábitat y por la cacería. Trabajos previos han identificado cómo la especie ha visto reducido su hábitat a causa de la fragmentación de su área de distribución1, sin embargo, se desconoce las tendencias de la pérdida en las últimas décadas.
Con el apoyo de diecinueve investigadores de diez instituciones y usando herramientas de biomodelos, se recopilaron y depuraron 11 344 registros que documentan la presencia de la especie tanto para Colombia, como para países vecinos. Posteriormente se construyó el modelo de idoneidad ambiental del oso andino de manera participativa y se contrastó sus variaciones en el área desde 1970 y hasta el 2015 usando el Índice de Huella Espacial humana (IHEH)2.
Se identificó que las presiones antropogénicas han impactado directamente las zonas en las cuales coinciden las áreas naturales con la idoneidad ambiental del oso, mostrando una reducción de las áreas naturales en las cuales habitaba la especie en un 15 % entre 1970 y el 2015. Al analizar la relación de las áreas con alta transformación (IHEH > 60) se evidenció un aumento de estas en las zonas donde potencialmente se encuentra la especie. Esta comparación permitió establecer una relación directa entre las presiones y la pérdida de áreas con idoneidad ambiental, proyectando a futuro una disminución de sitios aptos para la especie.
Las zonas en las cuales se presenta la mayor reducción de la idoneidad ambiental del oso andino, se encuentran en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Santander y Norte de Santander, siendo este último en donde la transformacion de hábitat podría restringir la conexión entre las poblaciones del sur de Colombia con las que se encuentran presentes en Venezuela, lo que generaría un aislamiento entre estas poblaciones2. También se observó que entre 1970 y el 2015 las poblaciones que se encuentran en los departamentos del eje cafetero, así como en el sur de Antioquia, han visto reducida drásticamente las zonas con idoneidad ambiental, posiblemente por la ampliación de la frontera agrícola y de infraestructura3.
Aunque los impactos son más visibles en el 2015, la tasa de cambio en las zonas con idoneidad ambiental ha sido mayor entre el 1970 a 1990, cuando se presentó un incremento poblacional humano y la industrialización urbana en los Andes2,4,5. Entre las principales causas que podrían afectar las zonas en las cuales se encuentra la especie, se destacan la expansión de la frontera agropecuaria y la reducción de las áreas boscosas6,7,8. Se espera que estos análisis sirvan como insumos para priorizar zonas en las cuales es necesario desarrollar actividades de investigación y manejo de la especie (zonas con baja, media y alta intervención antrópica), de forma tal que se evite una desconexión total entre las poblaciones y que a su vez reconozcan la necesidad de trabajar en conjunto con las comunidades locales y que sean estas las guardianas de la especie en el país.
El mapa se encuentra para libre consulta y descarga en BioModelos.